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Diversidad funcional visual: todo lo que necesita saber una sociedad inclusiva

Contenidos del artículo:

La diversidad funcional visual afecta la capacidad de percibir el entorno a través de la vista, limitando actividades cotidianas como leer, escribir, orientarse o reconocer rostros. Esta condición puede variar en grado y origen, desde una disminución parcial de la visión hasta la ceguera total.

Conocer su clasificación, causas y las posibles formas de prevenirla, es esencial para poder entender y brindar apoyo, a quienes la padecen. Promover la inclusión de las personas con esta diversidad funcional no solo mejora su calidad de vida, sino que también enriquece nuestra sociedad.

¿Qué es realmente la diversidad funcional visual?

La diversidad funcional visual se refiere a la pérdida parcial o total de la capacidad para percibir estímulos visuales. Situación que impide o dificulta el acceso a la información y la interacción con el entorno. Esta condición puede ser congénita, cuando está presente desde el nacimiento, o adquirida, si ocurre a lo largo de la vida debido a enfermedades, lesiones o envejecimiento.

Es fundamental destacar que no todas las personas con diversidad funcional visual son completamente ciegas. Muchas conservan algún grado de visión, lo que se conoce como baja visión. Esto abarca desde dificultades leves hasta déficits severos que afectan su autonomía y participación social.

Clasificación de la pérdida de visión

La pérdida de visión se clasifica según ciertos criterios que ayudan a entender su impacto y las necesidades específicas de quienes la enfrentan. Esta clasificación se basa en factores como:

El grado de pérdida visual

  1. Visión normal: de agudeza visual de 20/20. Las personas pueden percibir detalles a una distancia estándar.
  2. Baja visión moderada: de agudeza visual entre 20/70 y 20/160. Las personas con esta condición tienen dificultades para leer o realizar tareas que requieren enfoque visual detallado.
  3. Baja visión severa: de agudeza visual entre 20/200 y 20/400. Es el umbral que marca la ceguera legal, donde la percepción visual es muy limitada.
  4. Ceguera total: con ausencia total de la percepción visual. Las personas en esta categoría no perciben luz ni forma alguna, teniendo que depender completamente de otros sentidos.
grados de diversidad funcional visual

El tipo de afección

  1. Alteraciones en el campo visual: incluyen problemas como la pérdida de la visión periférica o la visión en túnel, comunes en condiciones como el glaucoma.
  2. Dificultades en la percepción de colores: que afectan la capacidad para distinguir colores, como en el caso del daltonismo.
  3. Problemas de sensibilidad al contraste: crean dificultad para distinguir objetos en condiciones de baja iluminación o contra fondos complejos.

La causa subyacente

  1. Causas congénitas: estas condiciones están presentes desde el nacimiento y afectan el desarrollo ocular. Entre las más frecuentes se encuentran:
    • Albinismo ocular: ausencia de pigmento en la retina, que afecta la percepción de la luz.
    • Cataratas congénitas: opacidad del cristalino que interfiere con la visión desde temprana edad.
    • Malformaciones estructurales: anomalías como la microftalmia, donde el ojo no se desarrolla completamente.
  2. Causas adquiridas: estas se desarrollan a lo largo de la vida y suelen estar relacionadas con factores internos o externos. Algunos ejemplos incluyen:
    • Infecciones oculares: enfermedades como la conjuntivitis severa, el herpes ocular o la toxoplasmosis pueden generar daño ocular permanente si no se tratan adecuadamente.
    • Exposición prolongada a pantallas: la fatiga visual digital es un problema cada vez más común, causado por el uso excesivo de dispositivos electrónicos, lo que puede agravar problemas oculares preexistentes.
    • Glaucoma: daño progresivo al nervio óptico, asociado a la presión intraocular elevada.
    • Retinopatía diabética: lesión en los vasos sanguíneos de la retina causada por diabetes mal controlada.
    • Degeneración macular: afecta la visión central, dificultando actividades como leer o reconocer rostros.
    • Traumatismos: lesiones físicas que dañan estructuras clave del ojo.

Consejos para prevenir la pérdida de la visión

Aunque no todas las causas son prevenibles, existen medidas clave que pueden reducir el riesgo de desarrollar problemas visuales:

  • Realizar exámenes oftalmológicos periódicos: detectar problemas en etapas tempranas permite tratarlos de manera efectiva.
  • Educación sobre salud ocular: programas comunitarios que promuevan el conocimiento sobre las causas y medidas preventivas para mantener la salud visual.
  • Proteger los ojos del sol: usar gafas con protección UV previene el daño por exposición prolongada a la radiación solar.
  • Mantener una dieta equilibrada: consumir alimentos ricos en antioxidantes, como zanahorias, espinacas y pescados ricos en omega-3, favorece la salud ocular.
  • Evitar hábitos perjudiciales: fumar y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar el riesgo de afecciones como cataratas y DMAE.
  • Controlar enfermedades sistémicas: mantener bajo control condiciones como la diabetes o la hipertensión.
  • Entornos seguros: implementar medidas de seguridad para reducir riesgos de lesiones oculares en el hogar o lugar de trabajo.

Recursos de apoyo para personas con diversidad funcional visual

La inclusión y la autonomía de las personas con diversidad funcional visual dependen en gran medida de los apoyos disponibles, tanto tecnológicos como humanos. Por ejemplo:

Tecnologías asistivas

  • Lupas electrónicas y ampliadores: facilitan la lectura y la identificación de objetos.
  • Lectores de pantalla y software de voz: herramientas como JAWS o NVDA convierten texto en audio, haciendo accesibles dispositivos digitales.
  • Dispositivos GPS adaptados: ayudan a las personas ciegas a navegar de manera segura en entornos urbanos.
  • Dispositivos de realidad aumentada: gafas que combinan tecnología de video y realidad aumentada para mejorar la percepción de detalles en personas con baja visión.
  • Asistentes personales virtuales: aplicaciones que describen entornos o leen documentos en tiempo real para personas con ceguera.

Formación y apoyo psicológico

  • Entrenamiento en movilidad: como el uso de bastones blancos o perros guía para garantizar la autonomía en el desplazamiento.
  • Apoyo emocional: terapias que ayudan a afrontar los retos asociados a la pérdida de visión.
apoyo diversidad funcional visual

Adaptaciones en el entorno

  • Señalización táctil y en braille: para proporcionar información clave en lugares públicos como estaciones de transporte o edificios gubernamentales.
  • Iluminación adecuada: para mejorar la percepción para personas con baja visión, especialmente en interiores.
  • Contrastes de color: que ayuden a facilitar la identificación de elementos esenciales, como bordes de escalones o puertas.

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