Por un mundo más accesible para todos

Diversidad funcional sensorial: tipos y necesidades

Contenidos del artículo:

La diversidad funcional sensorial engloba las distintas formas en que las personas pueden experimentar limitaciones en uno o más de sus sentidos. Estas limitaciones pueden ser congénitas o adquiridas y varían en grado, desde leves hasta profundas. 

Es fundamental reconocer que estas diferencias no definen a la persona, sino que representan una forma distinta de interactuar con el mundo.

¿Qué es la diversidad funcional sensorial?

La diversidad funcional sensorial se refiere a las limitaciones o variaciones reductivas en la capacidad de percibir estímulos a través de los sentidos. Estas diferencias pueden influir en cómo las personas interactúan con su entorno y participan en actividades cotidianas. Comprender los distintos tipos de diversidad funcional sensorial y los apoyos necesarios es esencial para fomentar una sociedad inclusiva y accesible.

Tipos de diversidad funcional sensorial

La diversidad funcional sensorial se clasifica principalmente en función del sentido afectado, destacando la diversidad funcional visual y auditiva. Cada tipo presenta características únicas y, en algunos casos, requiere apoyos específicos que se ajusten a las necesidades individuales. A continuación, profundizamos en estas categorías y sus particularidades.

Diversidad funcional visual

La diversidad funcional visual incluye todas aquellas condiciones que afectan, de forma parcial o completa, la capacidad de una persona para percibir su entorno, a través, del sentido de la vista. Algunos ejemplos son:

  • Baja visión: dificultad para ver con claridad, incluso con el uso de lentes correctivos.
  • Trastornos del campo visual: algunas personas tienen visión restringida en ciertas áreas de su campo visual, como en la visión periférica, lo que puede dificultar actividades como caminar en espacios concurridos.
  • Ceguera nocturna: es una afección que reduce la capacidad de ver en condiciones de poca luz, limitando la movilidad en exteriores durante la noche.
  • Ceguera total: pérdida total de la visión.
  • Condiciones degenerativas: enfermedades como el glaucoma y la degeneración macular pueden llevar a una pérdida progresiva de la visión si no se tratan adecuadamente.

Estas condiciones pueden ser resultado de factores genéticos, enfermedades o lesiones. Detectar estas condiciones a tiempo es fundamental, una intervención temprana puede prevenir el deterioro o minimizar su impacto.

Tipo de diversidad funcional sensorial visual

Diversidad funcional auditiva

La diversidad funcional auditiva abarca las condiciones que afectan la capacidad de oír y puede ir desde la pérdida parcial de la audición hasta la sordera profunda. Cada nivel de pérdida auditiva tiene sus propias características y desafíos. Entre las condiciones más frecuentes encontramos:

  • Hipoacusia: pérdida parcial de la audición.
  • Sordera unilateral: afecta solo un oído, lo que puede dificultar la percepción de la dirección de los sonidos y la comunicación en entornos ruidosos.
  • Pérdida auditiva súbita: una pérdida repentina y a menudo irreversible de la audición, causada por infecciones, lesiones o problemas vasculares.
  • Hipoacusia relacionada con la edad (presbiacusia): más común en adultos mayores, afecta la capacidad para escuchar frecuencias altas y entender conversaciones en ambientes con ruido de fondo.

Estas condiciones pueden ser congénitas o desarrollarse a lo largo de la vida debido a factores como la exposición al ruido o infecciones.

Diversidad funcional olfativa y gustativa

Aunque menos conocida, la diversidad funcional sensorial también puede incluir alteraciones en los sentidos del gusto y el olfato. Aunque no suelen ser reconocidas como discapacidades formales, estas condiciones pueden afectar significativamente la calidad de vida. Algunos ejemplos incluyen:

  • Anosmia: La incapacidad para percibir olores, que puede ser temporal o permanente.
  • Hipogeusia: Disminución en la capacidad para saborear alimentos y bebidas.

Estas alteraciones pueden ser consecuencia de infecciones, lesiones cerebrales o tratamientos médicos como la quimioterapia. Si bien su impacto puede ser menos visible, estas condiciones afectan aspectos emocionales y sociales, como la capacidad para disfrutar de comidas o identificar peligros (por ejemplo, humo o alimentos en mal estado).

Diversidad funcional táctil

Las alteraciones en la sensibilidad o percepción de estímulos, a través, del tacto, se define como diversidad funcional táctil. Y aunque menos popular, se incluye en los tipos de diversidad funcional sensorial. Estas condiciones pueden presentarse en forma de:

  • Hipersensibilidad táctil: Donde incluso el contacto ligero puede causar incomodidad o dolor.
  • Hipoestesia: Reducción de la sensibilidad al tacto, que puede dificultar la percepción de texturas o temperaturas.

Este tipo de diversidad funcional es común en personas con neuropatías periféricas, trastornos del espectro autista o ciertas lesiones neurológicas.

Diversidad funcional sensorial de tipo táctil

¿Como apoyar a las personas con diversidad funcional sensorial?

Para garantizar que las personas con diversidad funcional sensorial puedan participar plenamente en la sociedad, es esencial proporcionarles, la ayuda adecuada que facilite su interacción con el entorno.

Formas de apoyo en casos de diversidad funcional visual

  • Tecnologías asistivas: como dispositivos, lectores de pantalla, lupas electrónicas y software de ampliación de texto que ayuden a las personas con baja visión o ceguera a acceder a la información.
  • Braille: Sistema de lectura y escritura táctil que permite a las personas ciegas leer textos.
  • Perros guía: Animales entrenados para asistir en la movilidad y navegación de personas ciegas.

Algunas formas de apoyo en caso de diversidad funcional auditiva

  • Dispositivos de asistencia auditiva: como audífonos que amplifiquen los sonidos para personas con pérdida auditiva leve o moderada. O implantes cocleares, que estimulan el nervio auditivo en personas con sordera profunda.
  • Lengua de señas: sistema de comunicación visual basado en gestos, expresiones faciales y movimientos de las manos, esencial para personas sordas que no utilizan lenguaje oral.
  • Sistemas de alerta visual o táctil: como alarmas y timbres que utilizan luces o vibraciones para alertar sobre eventos como llamadas telefónicas, visitas a la puerta o emergencias.
  • Subtitulación y transcripción: implementar subtítulos en tiempo real para contenido audiovisual o transcripciones escritas para presentaciones y eventos en vivo, garantizando acceso completo a la información.

Formas de apoyo para los casos de diversidad funcional olfativa y gustativa

  • Detectores electrónicos de olores: herramientas que identifican olores específicos, como humo o gas, para garantizar la seguridad de las personas con anosmia.
  • Entrenamiento sensorial: técnicas de rehabilitación para recuperar parcialmente el sentido del gusto o el olfato, dependiendo de la causa de la pérdida.

Formas de apoyo cuando se trata de diversidad funcional táctil

  • Tecnologías hápticas: dispositivos que emiten vibraciones o estímulos táctiles para ayudar en la navegación o la interacción con dispositivos electrónicos.
  • Ropa adaptada: diseñada para personas con hipersensibilidad táctil. Utiliza materiales suaves y costuras mínimas para evitar incomodidad.
  • Rehabilitación sensorial: programas terapéuticos que mejoran la sensibilidad al tacto o ayudan a adaptarse a la pérdida de este sentido.

Contacta a Joval Accesibilidad para soluciones personalizadas

En Joval Accesibilidad, entendemos las necesidades de las personas con diversidad funcional. Nos especializamos en la instalación de salvaescaleras y plataformas elevadoras, adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente. 

Si buscas mejorar la accesibilidad en tu hogar o lugar de trabajo, contáctanos para recibir asesoramiento profesional y soluciones personalizadas. Juntos podemos construir un entorno más accesible y seguro.